Me acuerdo, que lo primero que hice cuando me los descubrieron hace unos años fue mirar todas las carátulas de sus discos y en el momento en el que vi la de este disco y ese tremendo nombre "Guitar gangsters & cadillac blood" y le di al Play y me quedé enamorado para siempre y es que el tercer trabajo de estos daneses no tiene perdida.
Después de una pequeña intro para ir abriendo el apetito, ya te dan una sacudida con el primer tema que da nombre al disco, y solo deseas que todas las canciones sean así de recojonudas.
Sin duda hay mil momentos a destacar del disco, la canción más famosa de su discografía "Still Counting" que es un pedazo temazo y si es la más famosa, será por algo y es que ese comienzo pausado con toques reggae que en un segundo acaba en una tralla de riffs machacones donde toda la adrenalina sale y empiezas a mover la cabeza sin poder parar, ¡puff! un tema que todo el mundo debería tener en su reporductor de música.
"Mary Ann's place" en la que hay una mezcla con una voz femenina, que para mi gusto se me hace corta y me deja con ganas de más, hasta que empieza a sonar el siguiente corte y se me pasa, llega la genial "Hallelujah Goat" con esa voz tan rockabilly y esa guitarra marcando el ritmo ¡y un estribillo de diez! solo puedes preguntarte ¿porque no podre tener yo una voz así?.
Cortes más tranquilos como "Maybellene I Hofteholder" o "We" aun que siempre hay cambios de más intensidad y garra en la parte instrumental y es que Volbeat es pura energía y gustan incluso al más alejado de estos estilos musicales.
Y otros temas como "Wild Rover of Hell" o "Find That Soul" con caña al mono desde el primer momento en que empiezan a sonar, en la que los pogos en directo serán inevitables casi seguro.
Sin duda algo diferente en el panorama metalero, fácil de escuchar donde la voz y la apariencia de Michael Poulsen no tiene desperdicio. Gran disco con buenas canciones que seguro que te atrapa desde la primera escucha.
Autor reseña: Jorge Bielba
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