¡Saludos! Quiero agradecer a Jorge que me haya ofrecido la oportunidad de colaborar en este blog, y para ello, aprovecho para estrenarme con uno de mis grupos favoritos: "Orphaned Land". Este grupo israelí reune muchas características que lo vuelven un grupo único. Para empezar, el cruento conflicto que se vive en Oriente Medio se ve reflejado muy claramente en la esencia del grupo, ya que trabajan activamente para la paz y la reconciliación entre pueblos, especialmente entre el palestino y el israelí. Esencia en la que también destaca el sonido, formado por una amalgama curiosa de metal progresivo con toques Death y Doom, e inspiradamente arreglada con una instrumentación oriental excepcional. Si a esto le sumamos una temática profunda, compleja y de inspiración religiosa y letras narrativas muy cuidadas en inglés y hebreo, tenemos una forma muy personal de concebir la música y la vida.
Si
bien llevan más de veinte años de carrera, lo cierto es que hasta la fecha han
sacado únicamente un EP y cinco álbunes, publicados principalmente en los
últimos diez años, tras el punto de inflexión que supuso “Mabool”. Este es,
precisamente, el disco que he decidido reseñar, pues en él se encuentran todos
los elementos característicos de Orphaned Land y que dan forma a este álbum
conceptual que narra la historia de los tres hijos del Séptimo (símbolo de
Dios). Los tres hijos, que representan a las tres religiones abrahámicas (judaísmo,
cristianismo e islamismo), fueron divididos y enviados a la tierra, donde como
prueba deben salvar a la humanidad del Diluvio Universal (Mabool en hebreo). Es
entonces cuando deciden construir un arca para salvaguardarse (una historia
ciertamente familiar, ¿no?).
Pero
pasemos a las canciones. El álbum se abre con “Birth of theThree (The Unification)”,
que narra el origen y papel de los tres protagonistas. Ya desde el principio
encontramos todos los elementos que caracterizan a Orphaned Land: instrumentación
oriental, partes melódicas con la fantástica voz de Kobi Farhi unidas con
fragmentos más duros donde la voz gutural del propio Kobi toma la iniciativa. Y
por supuesto, muchos elementos progresivos que condensan en los casi siete
minutos de canción toda la esencia de los israelíes. La siguiente canción,
Ocean Land, explica la visión de los tres sobre el Diluvio en cuatro intensos
minutos donde hay tiempo para los mismos elementos más algún solo y un final
melódico.
Tras
esta introducción, llegan los dos temas con más tralla del disco: “The Kiss of
Babylon (The Sins)” y Halo Dies (The Wrath of God), con un interludio llamado “A’salk”
dondela voz femenina de Shlomit Levi recita a capella unos versos en hebreo.
Ambas canciones largas guardan similitudes en cuanto a contenido: mientras “The
Kiss of Babylon” empieza más Thrash para acabar
progresivamente en un dueto precioso entre Kobi y Shlomit, “Halo Dies” empieza
muy melódica y termina volviéndose el tema más duro del disco, para acabar de
nuevo de forma más melódica. Durante las tres canciones se explica que Dios
decide castigar al mundo por todos sus pecados. “A Call to Awake (The Quest)”
sigue en la estela de sus predecesores, melodías orientales mezcladas con Death
para narrar cómo los Tres intentan avisar a la humanidad, aunque no son creídos.
“Building the Ark” es un tema más folclórico, despojado de toda dureza y donde
destacan las voces limpias y que explica cómo finalmente deciden construir un
arca. “Norra el Norra (Entering the Ark)”es una plegaria cantada exclusivamente
en hebreo en la que los coros cobran completo protagonismo y que termina con un
solo de piano optimista.
Y así
llegamos al cénit de la historia, las cuatro últimas canciones del trabajo
forman una suite que conforma el culmen de la narración. “The Calm Before the
Storm” es, una canción acústica y muy atmosférica (nunca mejor dicho) en la que
se puede imaginar cómo el cielo se oscurece y empiezan a caer las primeras
gotas: la inundación está aquí. Tras la calma, llega la tormenta, auténtica
protagonista de la historia y que es descrita en dos partes: “Mabool (The
Flood)” y, para que no quede ningún género de dudas de su duración, “The Storm
Still Rages Inside”. Aquí encontramos muchos elementos que han ido apareciendo
hasta ahora: melodías duras y suaves, voces rasgadas y suaves, coros, pasajes
en hebreo, un cúmulo de cambios de melodías progresivas y un épico final. Una
vez la tormenta se ha calmado, vuelven a escucharse lo pajaritos, es la señal
que ha llegado “Rainbow (The Resurrection)” el final de la historia narrado por
una guitarra acústica.
En
definitiva, se trata de una experiencia única, las melodías, la combinación de
géneros y los arreglos son una maravilla para los oídos; la temática
descriptiva también está muy bien encontrada, lo que hace más fácil de digerir
una historia de inspiración religiosa que puede echar para atrás a los más
escépticos. De todas formas, recomiendo encarecidamente prestar atención a las
letras y, sobre todo al mensaje, es un precioso mensaje de paz que creo que
hace reflexionar y abre más la mente. Si fuéramos más tolerantes y comprensivos
con el vecino, ¡cuántas desgracias nos hubiéramos ahorrado!
Autor reseña: Pau Edo Ferrando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario