Ya con "Born", el tema inicial, nos imaginamos lo que nos vamos a encontrar en el disco. Riffs afilados, unos ritmos que crean unas atmósferas pantanosas y escalofriantes, pero muy melódico sobretodo en el estribillo. "Final Product", una de mis preferidas del álbum, más directa, pero contundente con un trabajo de guitarras y batería perfecto, temas para tararear durante días y el juego de voces metiéndote a la perfección en la canción, dios siempre me quedo embobado escuchando la voz.
Y es que el disco es una metralleta de buenas y oscuras canciones para todos los gustos. En "Bittersweet Feast", te transportan a un lugar más lúgubre y tétrico, sin duda como manejan las emociones es de admirar, y el solo de guitarra increíble, de los mejores del disco. También se atreven hasta con una balada "Sentient 6", o algo así porque es perfecta para ser tocada en un cemeterio iluminado con velas.
"My Acid Words" y "Medicated Nation" son mas intensas y fuertes, con unos riffs que no te defraudaran. Un tema instrumental como "The Holocaust Of Thought" que es un lucimiento de guitarra.
"Sell My Heart For Stones" donde destaca la voz, entre asustada y maligna. Y es que de esto va el disco, del terror, sino escucha "The Psalm of Lydia", con su atronadora batería. O el inicio de "A Future Uncertain", con esas guitarras acústicas y una voz susurrante, aun que después despliegan un instrumental rápida y de una calidad brutal. Para cerrar "This Godless Endeavor", que da nombre al disco, el tema más largo y donde se conjugaran detalles del resto de canciones, una forma perfecta para cerrar.
Un disco muy completo y trabajado, donde es de admirar todas esas texturas y sensaciones tan frías de peli de miedo clásico que te transmiten. Que no sabes que ponerte, pues deja que te lleven al mismo cementerio, con este disco de Nevermore.
Autor reseña: Jorge Bielba.
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