lunes, 2 de febrero de 2015

Museo Rosenbach- Zaratustra (Rock Progresivo)- 1973

Este álbum, de original portada, es una obra de arte del rock progresivo, pura filosofía, poder y fuerza. Su título hace referencia a Así habló Zaratustra, del entrañable señor Friedrich Nietzsche (a quien al final de su vida le dio por abrazar caballos). En dicha obra, imbuida por la filosofía nihilista, se defiende la teoría del Superhombre, que es aquel capaz de crear un sistema propio de valores, ajeno a la ética social. El Superhombre obra de acuerdo a como quiere obrar, sin que le afecten las concepciones del bien o el mal de aquellas personas que le rodean, siempre ansioso de la voluntad de poder. 



Museo Rosenbach surge en la escena del Rock Progresivo Italiano (bastante desconocida en nuestro país, pero tremendamente creativa) a principio de la década de los '70. Los nombres que se le dieron en Italia a las bandas progresivas fueron cuanto menos originales: los hay tales como Banco del Mutuo Soccorso, Reale Accademia di Musica o Premiata Forneria Marconi, de los que ya tendré tiempo de hablar. Lo general en el progresivo italiano fue su fusión con el folk-rock, habitualmente con la canzone napoletana, cosa de la que, sin embargo, decidió prescindir Museo Rosenbach, para así aproximarse mucho más al rock progresivo inglés que al italiano y dejar bien claras sus raíces en el único álbum propiamente dicho que publicaron.

Fueron muy influenciados por Pink Floyd. Ahora bien, el disco que os traigo fue grabado en 1972, y su publicación es prácticamente simultánea a la del The Dark Side of the Moon (1973), de forma que lo que escucharéis a lo largo de esta maravilla serán reminiscencias de álbumes como Meddle, Atom Heart Mother, o incluso Ummagumma. Otra banda inglesa de la que también me arriesgo a afirmar que bebieron fue de Gentle Giant, en concreto de su álbum Three Friends, que en términos generales, influyó a toda la escena italiana.

Zaratustra es un elepé arriesgado, en el que se recorren multitud de estilos musicales a base de bruscos cambios impredecibles. Museo Rosenbach es capaz de romper un pasaje típicamente progresivo para llevarnos a una suave melodía jazz o, simplemente, a un fraseo mucho más pausado y piano, en el que la voz cantante se escucha lejana, ausente, para terminar volviendo a lo inicial con aún más ganas. Todo ello en su conjunto termina por resultar una sinfonía progresiva a un nivel de calidad musical que muy pocos grupos en muy pocos álbumes han logrado.  
El álbum se nos presenta en 4 temas. El primero de ellos, que ocupa toda la primera cara del LP (una cara de LP son entre 20 y 25 minutos), está a su vez dividido en 5 movimientos, y en la segunda cara encontramos ya los 3 temas restantes. Y si me he detenido antes ha explicar muy brevemente de qué toma nombre el álbum y a muy grandes trazas describir al Superhombre, es precisamente porque estos italianos optaron por confeccionar un disco conceptual, en el que, muy resumidas, expusieron las teorías de Nietzsche a lo largo de temas de títulos como L'utlimo uomo (el último hombre, uno de los primeros capítulos del Zaratustra de Nietzsche), Al di là del bene e del male (Más allá del bien y el mal, otra obra del mismo filósofo), Superuomo, o Dell'eterno ritorno (El eterno retorno, una de las teorías del Zaratustra).

Pero, además, debo comentaros que tiene el mérito digno de consideración la capacidad con la que fueron capaces de armonizar las letras con lo instrumental. Nadie imagina al Superhombre como un ser endeble, ni tampoco dulzarrón. Por ello, a lo largo del disco nos vamos a topar con una composición instrumental cargada de poder e intensidad y una voz cantante, la de Stefano Galifi, llena de fuerza, cuyo conjunto transmite a la perfección la voluntad de poder del que está revestido en la teoría de Nietzsche el Superhombre.

A título de curiosidad, cabe reseñar que el álbum, a pesar de su espectacular calidad, originalidad, y haberse convertido en un LP de culto para los amantes del progresivo, se metió un buen guarrazo comercial. Debido a que las ideas de Nietzsche habían sido tergiversadas por un señor con bigotillo (otro que no era Chaplin) y que en la portada del elepé, en el collage que hace la cara, aparece Mussolini, no encontraron en la Radiotelevisione Italiana, que desconfió, la publicidad de la que eran realmente merecedores.

En definitiva, es un disco ideal y necesario para todo aquel que tenga debilidad por el progresivo y además le produzcan especial interés los álbumes conceptuales.


Autor reseña: Alejandro Molina.

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