Siguen apostando por lo mismo, y bien hecho, para que cambiar si aun hay tanto que explotar aquí. Riffs contundentes de guitarra, en el que más de uno pensara que se deja la nuca en el intento de seguirles. Una batería con una calidad brutal, haciendo todas las birguerias que le plazcan, de la que solo tienes que escuchar un par de cortes para darte cuenta de ello. Temas directos y nada más, sin detalles orquestales, solo ellos creando un sonido contundente y mortífero.
Diez buenos temas y un Bonus Track de un cover de "Morbid Angel" por si increíblemente te has quedado con ganas de más. Canciones que pasan de ritmos lentos y poderosos, recreándose en el riff como "Deathless", a velocidades extremas por ejemplo "Scorched Earth Policy", como si de un torbellino de notas estuviera pasando por tu habitación. Uno de los momentos que más me han gustado y que creo que hay que resaltar sería el final de "A Debt Owed to the Grave", una orgía de melodías, que creo que tiene que ser un digno espectáculo que ver en directo, sin duda.
Cortes más afilados, con estribillo en voces limpias en "Labyrinth of Eyes", al más puro estilo de los grandes de este genero. O la sorprendente estructura de "Madness Opus" donde encontraremos de todo, ritmos apisonadora, toques groove, solos de guitarra de siete cuerdas imposibles, calma y destrucción, sin duda una de las mejores canciones del disco. Hasta tenemos tiempo de una canción instrumental, donde poder comprender toda la calidad y técnica que tienen estos monstruos. Aun que eso se ve en cada tema, y sino escucha la guitarra de "Witch Trials" y dime que no.
Así que dejate demoler por este álbum, donde los americanos están llamando a las puertas de los grandes con un ariete. Porque si con esto, aun no se dan a conocer como una de las bandas de primeras filas, ya no se que más pueden hacer. Brutal técnica que cualquier fan del metal tendría que escuchar.
Autor reseña: Jorge Bielba
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