Un disco en el que destacan la calidad técnica de todos los miembros del grupo, pasajes instrumentales más largas de lo habitual en este estilo donde las guitarras impartirán unas batallas de riffs entre ellas, y la voz del cantante con un gutural bastante aguda, fría y agresiva con la que lanzará unos chillidos que asustarían a cualquier ser viviente que se encuentren en sus viajes.
Canciones muy notables, con pasajes psicodelicos como en el corte con el que se inicia el disco, "Cosmic Cortex", una canción de 10 minutos que no te puedes perder, veloz, directa y brutal hacia tu yugular, de lo mejor del disco. Y es que la nave no baja la velocidad ni un segundo, el que tenga buen oído y perciba las lineas que hace el bajo, son para quedarse alucinado, sobretodo en "Dying World", demostrando el control de los instrumentos que tienen estos jóvenes.
En "Tetrastructural Minds" es como una persecución a altas velocidades por el espacio, recomiendo que cada uno se imagine sus aventuras futuristas mientras escucha este disco. La verdad es que cada vez que escucho a este tío flipo de como no se queda sin voz. "Outer Isolution"es otra perla del disco de otros 8 minutos que tampoco hay que perderse, con unas partes más relajadas que te dejan respirar y disfrutar de los paisajes, aunque la tralla y el riff principal no tardará mucho en volver ha hacer acto de presencia.
Un disco, para cerrar los ojos e imaginarse por un mundo jamas visto. Lleno de calidad por todas partes y que más de uno disfrutará.
Autor reseña: Jorge Bielba
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