Con esta reseña viene a sumarse un
colaborador más, invitado por el sumo prior de la Abadía Metal,
Jorge Bielba, a quien he de darle, claro está, las gracias por esta
interesantísima oferta, que cojo con muchas ganas. Me estreno con uno de esos álbumes de
uno de esos grupos que han caído (al menos en España) en el olvido,
por no haber gozado en su período de actividad, incomprensiblemente
de la fama y éxito que hubieran merecido si somos justos, siendo
totalmente eclipsados por la magnánima sombra de los cabezas del
rock progresivo, de tal forma que es incluso raro encontrarles
recomendados en monográficos de rock. Solo nos topamos con su nombre
de meternos ex profeso en el rock progresivo de los 70, y no en
primer lugar.
A pesar de dicha falta de éxito,
Gentle Giant ha sido considerado por los críticos como una de las
bandas más innovadoras y experimentales del género progresivo
pionero. Fundados en Inglaterra (como no) en 1970, en 1980 ya se
habían disuelto, dejándonos once álbumes de estudio, de entre los
cuales os traigo el cuarto, Octopus, de 1972.
Mencionada esta buenísima producción,
conviene ya hablar de lo fundamental, de lo más intrínsecamente
musical. La apertura, The Advent Of Panurge, no podría ser mejor:
líneas vocales entrelazadas mágicamente, únicamente acompañadas
por bajo y unas guitarras limpias que quedan en segundo plano y, a
partir de esto, se nos viene encima un continuo no parar hasta el
último segundo del álbum, de cambios rítmicos y melódicos
bruscos, arriesgadas polirritmias y una complejidad compositiva
extraordinaria influida por el hard-bop, música clásica de
principios del siglo XX, e incluso de bandas sonoras de cine mudo,
entre otras, que da lugar a un maravilloso álbum del que se disfruta
cada condenada nota.
Resulta llamativa la fuerza contenida
en muchos fraseos, estribillos y riffs de los temas, verdaderamente
innovadora para la fecha. Especialmente curioso es el tema “Knots”,
cuarto corte, en el que creemos escuchar en ciertos momentos, sobre
todo del principio, al Queen avanzado y consolidado de A Day At The
Races, e incluso de A Night At The Opera. Me resulta importante
señalaros que, mientras que el álbum del que venía a hablaros,
“Octopus”, es de 1972, el primero de Queen (Queen I) es un año
posterior (y que además, el verdadero sonido Queen es todavía más
tardío), por lo que no me resulta descabellada, y sí realmente
posible, que Queen se viera en gran medida influído por Gentle
Giant. Otro grupo en el que también es fácilmente reconocible el
sello Gentle Giant son los ingleses Haken y, concretamente, en su
tema Cockroach King, contenido como tercera pista en el disco The
Mountain.
El tema de Gentle Giant que le sigue al
mencionado “Knots” (cuarta pista), es la instrumental “The Boys
In The Band”, en donde nos demuestran la grandísima habilidad
estos músicos, capaces de pasar del caos progresivo estilo Yes, a la
completa paz de suaves punteos de guitarra y nítidos teclados,
ofreciendonos calmados pasajes, para de nuevo volver a los rápidos
órganos Hammond que realizan las mismas líneas que las guitarras y
frenéticas baterías tan típicas del estilo progresivo.
En definitiva, un disco idóneo para
todos aquellos que amen el progresivo y que deseen bucear en la
escena pionera del género.
Autor reseña: Alex Molina.
1 comentario:
Olé el tito Moli en su debut.
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